En Junio de 1994, la A.F.E. organizó una exposición titulada “La realidad de un barrio (La Plaza Alta)".
Aunque estaba previsto que se realizase en los locales de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, entonces situada en un edificio (ahora desaparecido para dar aire al Palacio de Godoy) en la calle Porrina de Badajoz, finalmente las fotografías se expusieron en el Hall del Ayuntamiento de Badajoz.
La Plaza Alta, ha sido el centro neurálgico de la vida de la ciudad desde la edad media hasta los años 60-70 del pasado siglo. Entre los numerosos acontecimientos, sociales, económicos y administrativos que tenían lugar en ella, estaba la de ser sede del mercado de la ciudad.
En 1890 se encarga la construcción en ella de un Mercado de Abastos, un edifico metálico propio de la arquitectura del hierro de finales del XIX, que se inauguró en Septiembre de 1899. El conocido como “Edificio Metálico” del mercado que supuso un punto de atracción para la vida cotidiana de la ciudad durante décadas, dejó de tener sus funciones a principios de la década de los 70 del pasado siglo.
El edificio fue desmantelado y finalmente, tras la oportuna restauración, actualmente está situado en el Campus Universitario, con funciones de paraninfo.
Bien fuese por esto, bien porque las viviendas del barrio dejaron de ser cómodas para sus moradores, que se trasladaban a pisos en las zonas en expansión de la ciudad, lo cierto es que a finales de los 70 comienza la degradación del barrio y en la década de los 80 se consuma este abandono, quedando los aledaños de la Plaza Alta despoblados, con viviendas abandonadas, ocupadas y convirtiéndose en una zona marginal.
En los inicios de los años 90, los intentos de rehabilitación se encontraban en punto muerto, con obras paradas por falta de financiación, en medio de un escenario de escombros.
En 1993, un grupo de compañeros de la Agrupación Fotográfica Extremeña, deciden documentar esta situación y en 1994 se expone el resultado del trabajo. Los autores fueron Guillermo Gabardino, José María Ballester, Miguel Ángel Rodríguez Plaza, Juan Carlos Vidarte y Julio Sánchez Cortes.
La exposición tuvo mucho impacto, dada la crudeza de algunas imágenes y el cariño de la ciudadanía hacia esta parte de la ciudad. Impacto que se vio aumentado por el hecho de que finalmente fue expuesta en el hall del Ayuntamiento, en una muestra de democracia del Alcalde Montesinos, un lugar mucho más transitado que el originalmente previsto de los locales de la Asociación de Vecinos.
Hemos recordado -los que ya vamos teniendo años- esta triste etapa en nuestro Casco Antiguo que, aunque afortunadamente ha cambiado mucho, aún tiene asignaturas pendientes.
Este trabajo analógico ha sido digitalizado por uno de los propios autores, José María Ballester, y tuvimos ocasión de volver a verlo (o verlo por primera vez para muchos de nuestros socios) el pasado lunes 6 de Mayo, 30 años después de su exposición.
Esta colección constituye un documento excepcional en la historia de Badajoz, de la que os dejamos una pequeña muestra:
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